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| Campesinado colombiano |
Una vez mas el gobierno se hace presente en la zona del Catatumbo, como siempre a través del ESMAD y el ejercito nacional. Después se preguntan por qué esta gente simpatiza con la guerrilla. Se ha estigmatizado al campesino porque siembra la coca, planta esta asociada a los peores males de la humanidad.
Los pobres no tienen derecho a tener negocios rentables y por eso satanizan la hoja que para los indígenas es una bendición del cielo.
La hoja de coca en Colombia fue vendida en todas las droguerías y plazas de mercado hasta mediados del siglo XX, con fines medicinales y para adormecer a los bebés sin mostrar ningún efecto segundario.
Aparte de alcaloides benéficos, la coca posee vitaminas, proteínas, fibra y una porción de calcio, hierro y fósforo. Es el producto vegetal vivo mas completo de la madre tierra.
En los hospitales era sembrado el arbusto para que mediante infusión su hoja fuera tomada por pacientes operados. Aún hoy día subsiste en sectores de clases altas la costumbre, para un buen descanso en la noche, de adormilar a los niños adicionando hojas de coca en sus biberones.
Algunos productos: Te de coca, adelgazante, reconstituyente y energético.
Galletas de coca, para el soroche (mal de altura), mitiga el hambre y la fatiga.
Mambe: coca tostada para el colon, triglicéridos, etc.
Vino de coca: contra la gripa y la depresión.
Biocapsulas de coca: para el sobrepeso, fortalece huesos y dientes.
Pomada de coca: antirreumática, analgésica.
Cocadol: loción analgésica y cicatrizante natural.
Aceite de coca: antioxidante, hidrata la piel.
Esencia floral de coca: para la energía positiva.
Cocashek: gaseosa de coca.
Rone coca: licor sagrado de los indígenas
Los indígenas dicen que esta es la hoja sagrada de los hijos del sol.
Esta es la planta que nos tiene en guerra. Una guerra impuesta por los gringos porque les duele el desangre de divisas, no es otra cosa.
Los campesinos que no conocen la tradición indígena están metidos en el cuento por motivos económicos. La Asociación Campesina, CISCA y Movimiento por la Constituyente Popular vienen trabajando propuestas alternativas para evitar que los campesinos siembren la “mata que mata “ que como lo demuestra la costumbre ancestral de nuestros aborígenes mas bien es la mata bendita.
En otra columna he hablado de propuestas sociales que siguen vigentes hoy con la movilización campesina y con la respuesta represiva del Estado.
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