22 de diciembre de 2011

Por Hernado Arboleda para Gente de Polo


Hernando Arboleda G.

Ocaña 22 de diciembre de 2011
El año que termina podríamos denominarlo el año de las crisis económicas, varios países así lo corroboran, Grecia, Italia, Portugal, España, y quien lo creyera, al imperio más grande de la tierra le ha tocado salir de Irak con la cola entre las patas después de la abominable invasión ocurrida ocho años atrás,  dejando una estela de crímenes,  destrucción y terrorismo jamás imaginada. Las afujías económicas obligaron a Obama a tomar la amarga decisión anunciada en su campaña electoral y que estaba en mora de  darle cumplimiento.
 Son varios los economistas, políticos, periodistas y personajes interesados en opinar sobre la crisis  y son igualmente, muchas las hipótesis que pretenden explicar las causas por las cuales él mundo se encuentran al borde de un colapso. En torno al tema, he leído un artículo de Alan Woods, donde hace un análisis muy completo de la situación actual, señalando varios aspectos entre los que destaca la superproducción anárquica  fruto del sistema capitalista, la lentitud de la demanda de bienes y servicios, la multimillonaria deuda externa que corroe las economías de los países grandes, medianos y pequeños, la polarización social ocasionada por la gran concentración de la riqueza en estrechos círculos financieros y la gran masa compuesta por millones de pobres, desempleados, asalariados, y clase media arruinada, diseminada por los cinco continentes. Finalmente el señor Woods concluye dándole la razón a Marx,  a su teoría escrita hace ciento cincuenta años atrás y que hoy cobra plena vigencia en los hechos contemporáneos.
Si la crisis económica a nivel mundial es profunda e irreversible, a nivel interno, es decir, en Colombia la situación no es menos grave. Veintiúnaños llevan  aplicando el modelo neoliberal  los distintos mandatarios llegados a la casa de Nariño, y los resultados no arrojan cifras optimistas que permitan visualizar cambios sustanciales de progreso para el pueblo y para sacar el país del agujero negro en el cual hemos vivido  los últimos decenios. Tenemos de deshonor de ocupar el tercer lugar en desigualdad social, casi cinco millones de emigrantes por fuera de nuestras fronteras, cuatro millones de desplazados, violencia, narcotráfico, pobreza, desempleo y corrupción. Por si fuera poco, una ola invernal que ya deja miles de damnificados en distintas  regiones del país y un Estado indolente y paquidérmico que poco le importa la suerte  o los sufrimientos de nuestros compatriotas, es la realidad que hoy tenemos.
A nivel local se vive la efervescencia de la época navideña y la gente se olvida un poco de sus problemas cotidianos, contagiándose de una alegría pasajera que volverá a la normalidad en enero del nuevo año.Por lo tanto, este mensaje pretende dejar muchas inquietudes en los lectores previendo los efectos negativos de esta crisis, que aunque el gobierno de Santos diga que el país esta blindado, eso no es cierto, cada día será más difícil ascender en la escala social y lo contrario será más común, los que antes tenían ya no tendrán.
UNA NAVIDAD EN LA TRANQUILIDAD DEL HOGAR Y QUE EL AÑO 2012 TENGAMOS FORTALEZA PARA SEGUIR LUCHANDO POR UNA VIDA MEJOR.

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