Por cuenta del ciudadano (que dizque
no existe) Alberto Angarita se destapó la primera polémica de la administración
Pecas.
El nombramiento del Secretario de
Movilidad sin el lleno de los requisitos legales y su posterior renuncia tiene
al alcalde en una sin salida.
Y pensar que siendo personero pudo
haber advertido la irregularidad en la que también cayó Yebrail al nombrar a su
Secretario violando la ley.
Esto no es un problema del Concejo,
ni de opositores locales,ni de nostálgicos del poder. Esto es un invento de los
legisladores que aprueban leyes sin ton ni son. Exigen los mismos requisitos
para Bogotá que para Ocaña
Ramón Mendoza, una persona que sabe
mucho de cosas del tránsito me aclara que un abogado también llena el requisito
siempre y cuando tenga la experiencia o la especialización académica. Si es así
se le facilitan las cosas al nominador. De todos modos le va a tocar buscar el
perfil fuera de su círculo de amigos.
Cuando fui nombrado Secretario de
Tránsito regía la ley 769 de 2002, más conocido como Código de Tránsito, y el
requisito era simplemente ser profesional. Hoy no lleno el requisito pues la
ley 1310 del 26 de junio de 2009 exige formación profesional relacionada (subrayado
mío) y experiencia en el ramo de 2 años o en su defecto estudios de diplomado o
posgrado en la materia.
Al momento de escribir este artículo
me dicen que el nombrado renunció, no conozco la fecha, pero es mejor para el
alcalde y para él. Control Interno debe estar pendiente de estas cosas. Si el
nominado no firmó actos administrativos
el problema es menor. Ya sería un tema para jurisconsultos. El anterior
alcalde si la podrá ver negra si le inician una investigación.
Al burgomaestre y su gabinete les
sugiero calma, lo importante es corregir los errores a tiempo, oposición lavan
a tener, posiblemente de los nostálgicos del poder, pero esa es la esencia de
la democracia. Estoy seguro que en este gobierno no va a suceder lo del
semanario “¿Qué Pasa?”.
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