17 de septiembre de 2010

Por: Orlando Carrascal Carvajalino


En columna anterior decía a quienes posiblemente Yebrail les decía el si, por aquello de “A Ocaña decile si” pero no contaba con que es probable que antes de terminar el actual período se apruebe la reelección de alcaldes y gobernadores y estos alcancen a postularse nuevamente. Ahí quedaría viendo un chispero Edgar Díaz para la gobernación y los que esperan el guiño en Ocaña porque lo más probable es que William Villamizar y Yebrail aspiren con el argumento que su gran obra no se puede dejar en manos de cualquiera. El ambiente electoral empieza a ponerse bueno.

A Baudín se le olvidó incluir para la Asamblea en el Partido Liberal a Pacho Coronel, en la ASI a Nadìn Bayona y pendiente lo del Polo que tendrá que ponerse de acuerdo en un nombre que represente a Ocaña y la Zona del Catatumbo.

Para el concejo habrá profusión de nombres pero no tantos como se comenta por ahí.

Yo calculo que unos 8 partidos inscribirán listas y si cada uno inscribe 15, entonces tendremos 120 aspirantes, una cifra más o menos aceptable. Que bueno sería que la gente mirara nombres y partidos, con sus respectivas propuestas y no la chequera de más de un candidato. Gómez Méndez afirma lapidariamente que en Colombia las curules no se ganan si no que se compran, esta es la democracia de papel como dice Robledo. Sin contar los casos de constreñimiento que esperamos se hayan superado definitivamente.

Ocaña tuvo un fervor independentista, así lo relatan Rubén Sánchez y Carlos Molina López. En la revista Hacaritama No.276 de abril de 2010. dicen los actores que enterados los rebeldes ocañeros de la presencia de Bolivar en Puerto Nacional, instalaron una junta patriótica que la presidieron José Quintana y Juan B. Sánchez. La Junta dispuso enviar una comisión de tres delegados a entenderse personalmente con Bolivar. Antonio Quintero Copete, Manuel E. Trigos y Juan Francisco García, fueron los comisionados que no necesitaron convencer al libertador pues este ya había decidido visitarnos. Visita que finalmente se produjo la tarde del 12 de enero de 1813.

Cuentan los citados autores que otra comisión de damas prestantes de la ciudad se encargó de recibir a Bolivar, fueron ellas Bárbara Vicenta Lemus, María de Jesús Patiño, Juana de Dios Lemus, Nicolasa Ibáñez y Eusebia Sarabia.

Bárbara Vicenta Lemus, que decían que era bonita, vivaz y política fue la encargada de las palabras de bienvenida.

No olvidemos al padre Alejo María Buceta, para que monseñor Pineda no se me disguste, quien por estar tan decidido del lado de Bolivar le quitaron todos bienes.

Pero la que no estuvo a gusto fuè la abuelita de Milanès quien no concebía que un personaje de la importancia del libertador llevara los pantalones remendados.

Las abuelas tan criticonas!!

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